10/19/2006

CERRO RICO DE POTOSÍ










Y bueno, como era eso que Potosí es la que más le ha dado el mundo. Resulta que Potosí tiene el llamado “Cerro Rico” que es un cerro que evidentemente existe antes de la conquista; y resulta que cuando los primeros mineros indígenas vieron los filones de plata en él; se escuchó una voz estrepitosa que decía en quechua: “no es para uds.; Dios reserva estas riquezas para los que vienen de más allá”. Así entonces se le cambió el nombre al cerro al de Potosí, que significa en quechua “truena, revienta, hace explosión”. Y como dice Galeano “los que vienen del más allá no tardaron mucho en aparecer. Los capitanes de la conquista se abrían paso. En 1545, el indio Huallpa corría tras las huellas de una llama fugitiva y se vio obligado a pasar la noche en el cerro. Para no morirse de frío, hizo fuego. La fogata alumbró una hebra blanca y brillante. Era plata pura. Se desencadenó la avalancha española”
Sabiendo esto, entonces empezamos a averiguar como ir al cerro a ver que pasa ahora con la mina. Solo existen tours para ir; así que cotizamos, cotizamos hasta que nos quedamos con la agencia que nos cobraba mas barato por ser hermanas latinoamericanas (50 bolivianos.) y que la conforman ex_mineros.
Bueno, llegamos y primero íbamos a un mercado minero, a la entrada de la mina, donde nos mostraban los principales implementos de importancia para los mineros; donde uno era lejos el principal: la hoja de coca y sus “acompañantes” que son en general los catalizadores de su efecto; tales como sustancias alcalinas, calugas dulces etc. “La coca es la hoja sagrada, la maldición del gringo” nos decía nuestro primer guía. Se nos sugirió comprar coca y refrescos para llevar de regalos a los mineros y lo hicimos.
Fuimos entonces a ponernos el “traje” de mineras para poder entrar a la mina. Yo pensaba que era un exageración (pobre ingenua, no sabía lo que nos esperaba…)
Entramos a la claustrofóbica mina; donde faltaba el aire y solo hay túneles angostos, fríos y oscuros. Nuestra guía nos empezaba a contar que la mina funciona en base a cooperativas; sin embargo esto no ha resultado de facto, pues el sentido de comunidad se ha perdido y han existido abusos en ese sentido; por lo tanto la cosa funciona en la mina de Potosí así: CADA UNO GANA LO QUE SACA.
¿Y que es lo que hoy se puede sacar de Potosí? Mineral de baja calidad, el estaño que era la basura en tiempos de explotación de la plata, y finalmente plata de muy baja ley. Como no hay fábricas ni industrias en Bolivia; todo sale para fuera. En la mina la cosa funciona en base a carritos y caminantes tristes que trasladan el mineral a pulso con su bultito de coca a un costado de la boca.
Siempre la esperanza es encontrar mineral de alta calidad, de hecho hace poco tiempo atrás 2 hermanos mineros encontraron plata muy buena en la mina; y ahora son los millonarios de Potosí, con empresas de buses y hoteles. Con este hito, aún más viva está la expectativa de los mineros de seguir trabajando al máximo y hacer historia.
Ahora bien; no siempre en Potosí el trabajo era tan precariamente manual como lo vemos ahora; hasta antes de 1985 (año en que se instala el neoliberalismo en Bolivia); todo era mecanizado y los mineros “incluso” podían salir a comer almuerzo. Ahora no. Ahora los mineros están de corrido hasta las 6 p.m y no comen nada. Solo mastican hoja de coca. La hoja de coca hace milagros, de hecho la historia relata que en tiempos en que se explotaba brutalmente a los indígenas para que los que los españoles aprovecharan la plata del cerro; las cantidades de hoja de coca que se consumían eran incontables; pues solo con ésta podían aguantar el cansancio y el hambre. Los indígenas podían aguantar más de un mes sin comer, antes de morir. Se estima que 8 millones de indígenas murieron debidos a la explotación. Desde aquellos tiempos hasta hoy, la “silicosis” es la causa de muerte principal de los mineros y mineras. “MAL DE MINAS”, le llaman a la silicosis. En la mina actualmente trabajan 12 mil personas, de las cuales hay 400 mujeres y 600 jóvenes ilegales menores de 18 años que pueden llegar a ganar 50 bolivianos al día (3.500 pesos chilenos). Así como si fuera lo más normal del mundo, nuestra guía y luego el recepcionista de nuestra residencial que algunos periodos ha trabajado en la mina; nos cuentan que los que trabajan en ella DEBEN morir a los 40 o 45 años. No pueden durar más allá de esa edad, eso es lo normal.
Luego de subir por escaleras interminables, hacernos las valientes sin quejarnos, pero con una sensación de encierro desesperante, un cansancio brutal en las piernas y una espantosa falta de aire; bajamos al lugar más sagrado de la mina: donde está el “TIO”. El “tio” es una figura que al verla es simplemente un diablo. Pero no es tan simple ni unilateral el significado. El “tío” es dios, el diablo y el conquistador español. Las 3 representaciones al mismo tiempo…y bueno que nos extrañamos tanto. Es similar a la relación polisémica y contradictoria que se tiene en todas las religiones con lo sagrado: el respeto y el miedo, el amor y el temor, la admiración-veneración por el pánico al castigo. En el fondo un dios común y corriente. Excepto por un falo gigante que nos tenía realmente perturbadas..”¿Por qué ese pene?”, finalmente tuvimos que preguntar. “Ese pene representa el machismo en la mina, pero también la fertilidad y la productividad”.
Afuera los mineros y mineras son católicos, adentro no. Adentro es el “tio” el único al que pueden adorar y darle ofrendas por lo menos una vez a la semana, no sólo en Febrero cuando es su fiesta oficial. Y nos fuimos del lado del “tio” que está atiborrado, ahogado de la ofrenda más importante que tiene literalmente hasta por las orejas: la hoja de coca.
Al otro día, no podíamos caminar muy bien del dolor de piernas; así que solo nos quedaba ir a las Termas de Tarapaya, una laguna redonda perfecta de aguas termales donde se iban a bañar los incas enfermos. Ahí nos bañamos, enfermas del asombro que nos va a penar hasta la muerte si pretendemos seguir siendo mujeres de izquierda…y enfermas de rabia y pena también un poco.

2 comentarios:

David dijo...

las fotos de ahora estan notables. La verdá no he leído con calma últimamente, ando escaso de tiempo y no tengo interners en la casa. Pero lo haré, lo prometo

ahí se ven

Bienvenidos / Welkom dijo...

Que valienteeees, se pasaron.

Maravilloso el blog y la bitácora de viaje.